Cuéntanos cómo comenzaste tu trayectoria profesional.
Crecí dibujando constantemente, a menudo mientras veía la televisión, perdiéndome en mundos imaginarios y construyendo los míos propios a través de los cómics. Esa pasión me llevó a estudiar arquitectura en Cornell, donde soñaba con ser un "arquitecto de papel": alguien que diseña espacios conceptuales que no siempre se construyen. Todo giraba en torno al concepto, como los mundos de fantasía que dibujaba desde el sofá.
En la escuela de arquitectura, aprendí a pensar en tres dimensiones, más allá de lo que se ve en un fotograma de película o una viñeta de cómic. Después de trabajar un tiempo en arquitectura, me dediqué a la publicidad como artista 3D. Mi jefe se fijó en mis habilidades para el dibujo y me animó a crear guiones gráficos. Trabajar como freelance abierto las puertas para colaborar con directores increíbles, y uno de ellos finalmente me llevó a MPC como artista conceptual. No solo me dedicaba al storyboard, sino también a crear arte que dictaba la creación de mundos físicos y virtuales, combinando la imaginación del cómic, el lenguaje cinematográfico del cine y el pensamiento espacial y conceptual de la arquitectura.
Poco después, me uní al legendario Mill y creé algunos de mis mejores trabajos. Hoy, me dedico a la creación de mundos en ARC Creative, dando vida a mis visiones con todo lo que he aprendido a lo largo del camino.